Bienvenid@s a este espacio donde comparto todos mis gustos, aficiones, sentimientos, creaciones, opiniones y mucho más acerca de la más grande diversidad de temas que se puedan imaginar. El propósito de este blog es encontrar personas que, como yo, se sientan orgullosas de ser complicadas, multifacéticas, con los más extraños gustos, personas únicas, que odian ser definidas de una sola manera y pertenecer al común denominador de la sociedad monótona. A tod@s aquell@s que aman la diversidad de su ser, bienvenid@s a este vuestro blog.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Amistad



A lo largo de mi vida he aprendido que los verdaderos amigos son realmente pocos. Mi primera mejor amiga me dejó de hablar después de confesarle (a los 12 años) que me gustaba el mismo chico. Después me tomó casi  dos años encontrar una nueva, buena mejor amiga, lamentablemente las raíces de nuestra amistad eran alimentadas solamente por un vicio que compartíamos: la bebida, jaja. Fuimos amigas durante un largo año pero después, lo mismo que nos unió nos separó, ya que fui expulsada de nuestro colegio por libar en horario de clases jaja (cosa que entonces no era risible). Exiliada de mi colegio cambié a otra institución en la que mis nuevas compañeras eran sencillamente horrendas conmigo, así que ese año fue mas bien un año de enemistades.


Posteriormente volví a mi añorado colegio, donde ,increíblemente el primer día de clases, la conocí: bonita, habladora, graciosa e inocentona (según yo). Hablamos, literalmente, todo el día, pese a las constantes advertencias de los profesores, y descubrimos que teníamos un montón de cosas en común, incluyendo una (a mi parecer) graciosa predilección por hablar de sexo, a nuestra corta edad. Ese año lo pasamos casi pegadas tanto en el cole como fuera de él. Al egresar nos separamos, cada una se fue a estudiar en una ciudad diferente, y solo nos juntamos en vacaciones de medio y fin de año cuando todos volvemos a nuestra tierra natal. Siempre que converso con ella me siento como ese primer día que le hablé, como si fuera mi alma gemela, la entiendo, ella me entiende y carajo tres años después las conversaciones sexuales sí que han mejorado.


Nunca había confiado tanto en nadie, pero ella es una de las pocas personas que nunca me han defraudado; la adoro porque jamás me ha hecho daño a pesar de conocer todas y cada una de mis debilidades, eso es para mí la verdadera amistad.

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